TECNOLOGÍA EDUCATIVA
Una característica importante del siglo XXI es el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, por tanto la educación no puede dejar de aprovechar estos recursos, que bien manejados pueden convertirse en un importante medio que facilite el aprendizaje por medio de encuentros presenciales, semipresenciales (b-learning) y virtuales (e-learning), utilizando herramientas como programas (software) educativos y aplicaciones.

Es una condicionante la capacitación permanente del docente/ facilitador en competencias necesarias para optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje a través de herramientas didácticas, siendo las más importantes, las metodologías activas, como el aprendizaje cooperativo, las técnicas participativas, la evaluación didáctica, así también como las herramientas tecnológicas para la educación.
Las Técnicas Participativas son básicamente estrategias didácticas, que buscan aprendizajes significativos y reflexivos por medio de actividades lúdicas. El conocimiento, manejo y diseño de distintos tipos de Técnicas Participativas representa una ventaja poderosa para el trabajo del docente/facilitador.
La evaluación no es un fin en sí misma, es un medio que le permite al docente saber cómo está enseñando y al estudiante cómo está aprendiendo, sin embargo la educación tradicional hace que las distintas formar de valorar (exámen escrito, oral, etc.) conviertan a la evaluación en una actividad tortuosa y de castigo. La evaluación como cualquier otra actividad educativa debe ser didáctica y también una estrategia de enseñanza y aprendizaje, apoyada en recursos tecnológicos como las aplicaciones móviles.
El trabajo cooperativo es una competencia que distingue la educación en el siglo XXI y una exigencia laboral en el presente. El trabajo cooperativo exige liderazgo y el desarrollo de habilidades sociales, imprescindibles en todo profesional.